martes, 1 de agosto de 2023

Canadá: eutanasia para pobres.

 A medida que el régimen de Asistencia Médica para Morir (MAID) en Canadá se expande, se encuentra con una creciente resistencia. Una crítica frecuente y poderosa en los medios es que algunas personas con enfermedades crónicas, cuya muerte no es razonablemente previsible, eligen morir debido a la pobreza y a la insuficiencia de los servicios sociales. Estas personas no desean morir, pero sienten que no tienen otra opción.

Tal como resalta Michael Cook, los detractores argumentan que estos casos demuestran que las personas están siendo forzadas a elegir la eutanasia y no pueden tomar una decisión verdaderamente autónoma. No obstante, puede que estén luchando contra la corriente. Según una encuesta reciente de Research Co, más de uno de cada cuatro canadienses permitiría la eutanasia para personas sin hogar (28%) y por pobreza (27%). Aún más sorprendente es que la encuesta mostró que el 50% de los canadienses permitiría la eutanasia para las personas que no han podido acceder al tratamiento médico y el 51% para las personas con discapacidad.

Los millennials están aún más a favor. Mario Canseco, director de Research Co, señala en un artículo de opinión en Prince George Citizen que "los adultos más jóvenes de Canadá están muy por delante de sus contrapartes mayores al creer que estas dos razones son lo suficientemente convincentes como para que una persona solicite asistencia médica al morir (60% por discapacidad y 57% por tratamiento médico no disponible)".

Cuando se les preguntó sobre el castigo apropiado para un padre que es declarado culpable de ayudar a morir a un hijo o una hija con una enfermedad terminal, uno de cada cuatro canadienses (24%) no elige ningún castigo.

Una gran mayoría, el 73%, apoya la legislación de eutanasia del país, que ha sido calificada como la más radical del mundo.

 Los canadienses están divididos cuando se preguntan si la enfermedad mental debería ser una justificación para que un adulto busque asistencia médica para morir: el 43% apoya esta idea, mientras que el 45% se opone. El gobierno federal ha retrasado una decisión final sobre la elegibilidad relacionada con la enfermedad mental hasta marzo de 2024.



lunes, 31 de julio de 2023

Sentencia del TC italiano: las mujeres podrán utilizar los embriones concebidos, con su marido o pareja, aunque no cuenten con su consentimiento o estén divorciadas.

El Tribunal Constitucional italiano ha dictaminado que las mujeres podrán utilizar los embriones concebidos, con su marido o pareja, aunque no cuenten con su consentimiento o estén divorciadas. Esto significa que el hombre no podrá revocar su paternidad tras una fecundación in vitro, y que solo la mujer podrá decidir sobre el futuro del embrión. Sin embargo, el hombre deberá asumir las responsabilidades relacionadas con el bebé. La sentencia sitúa en lugar preferente el derecho del embrión a desarrollarse y, por tanto, la voluntad de la madre cuando decide gestar a su hijo, al no poder satisfacer los intereses de ambas partes.
Esta sentencia es la primera de este tipo que ve la luz en Italia, y fue provocada por el caso concreto de una pareja de Lazio, que cuando ambos estaban casados recurrieron a la fecundación in vitro pero decidieron congelar los embriones por problemas físicos de la mujer. El matrimonio se separó legalmente en 2019, tres años después de haber congelado los embriones. Fue entonces cuando el marido retiró su consentimiento para la implantación de éstos en el útero de la mujer.
La sentencia también se pronunció contra la obligación de la implantación única y simultánea de todos los embriones producidos.
 La reproducción asistida ha sido regulada en Italia por vez primera en la Ley de 19 de febrero de 2004, núm. 40, la cual regula las técnicas de reproducción asistida.

La sentencia del Tribunal Constitucional italiano se basó en varios argumentos para proteger la dignidad humana del embrión, entre los que se incluyen:

- Reconocimiento del derecho del embrión a desarrollarse.
- Como consecuencia de esta situación preferente del derecho del embrión a desarrollarse, la de la voluntad de la madre cuando decide gestar a su hijo, al no poder satisfacer los intereses de ambas partes.
- Pronunciamiento en contra de la obligación de la implantación única y simultánea de todos los embriones producidos, lo que permite una mayor protección de la dignidad humana del embrión al permitir su desarrollo en el momento adecuado.
- Además, otros documentos y sentencias mencionan que el embrión tiene una dignidad ontológica que va en aumento según las diferentes etapas de su desarrollo y que aunque el embrión no sea persona, merece protección "en nombre de la dignidad humana".

 En resumen, la sentencia se basó en el reconocimiento del derecho del embrión a desarrollarse y en la protección de su dignidad ontológica, lo que permitió la toma de decisiones en favor del embrión en lugar de satisfacer los intereses de ambas partes.