lunes, 8 de febrero de 2010
Consideraciones sobre el embrión humano del GIB del Instituto Borja de Bioética
Ha tenido poca difusión, fuera de los foros especializados, un documento fundamental para entender en su totalidad la cuestión del aborto. Desde una orientación cristiana - lo que le ha ocasionado no pocas críticas desde muchos ámbitos "oficialistas" católicos - el Instituto Borja de Bioética, de la Universidad Ramón LLull, y a través de su Grupo Interdisciplinario de Bioética, ha realizado un magnífico documento que, sin tener que estar de acuerdo con él en su totalidad, aclara muchos conceptos y da luz en una polémica que se ha tornado oscura y agria. Dejo el enlace y resalto unos párrafos como antesala.
"Partiendo de la consideración ya hecha,de entender como vida humana en proceso la del embrión implantado digno de ser protegido, entendemos como principio general que hay que hacer todo lo posible para procurar la continuación de la gestación hasta el nacimiento, en condiciones de salud y sin riesgos para la madre. No obstante,somos conscientes de que hay múltiples factores que pueden concurrir en una gestación, implicando un conflicto de valores que una reflexión ética rigurosa ha de tener en cuenta.(...) En efecto, al tomar una decisión sobre la interrupción de la gestación, entran en conflicto dos valores: el de la autonomía reproductiva de la mujer y el de la vida del feto. Se trata, por tanto, de un dilema moral, de difícil resolución, donde pueden confluir circunstancias muy variadas, que ha de ponderar la gestante desde sus propios valores, que le permitirán tomar una decisión en conciencia (...) En este sentido, despenalizar no ha de implicar normalizar. Despenalizar supone reconocer el problema de los embarazos no deseados o de aquellas situaciones de gestación con dificultades para llevarlas adelante, dando opciones a su solución".
"Por convicción y sensibilidad, nos manifestamos, en principio, contra la interrupción del embarazo, que siempre supone poner fin a una vida humana iniciada, pero también reconocemos la existencia de graves cuestiones técnicas y éticas que, desgraciadamente, se presentan y plantean situaciones que piden ponderar valores en conflicto".
http://www.ibbioetica.org/es/img/home/BD_57_esp_F
"Partiendo de la consideración ya hecha,de entender como vida humana en proceso la del embrión implantado digno de ser protegido, entendemos como principio general que hay que hacer todo lo posible para procurar la continuación de la gestación hasta el nacimiento, en condiciones de salud y sin riesgos para la madre. No obstante,somos conscientes de que hay múltiples factores que pueden concurrir en una gestación, implicando un conflicto de valores que una reflexión ética rigurosa ha de tener en cuenta.(...) En efecto, al tomar una decisión sobre la interrupción de la gestación, entran en conflicto dos valores: el de la autonomía reproductiva de la mujer y el de la vida del feto. Se trata, por tanto, de un dilema moral, de difícil resolución, donde pueden confluir circunstancias muy variadas, que ha de ponderar la gestante desde sus propios valores, que le permitirán tomar una decisión en conciencia (...) En este sentido, despenalizar no ha de implicar normalizar. Despenalizar supone reconocer el problema de los embarazos no deseados o de aquellas situaciones de gestación con dificultades para llevarlas adelante, dando opciones a su solución".
"Por convicción y sensibilidad, nos manifestamos, en principio, contra la interrupción del embarazo, que siempre supone poner fin a una vida humana iniciada, pero también reconocemos la existencia de graves cuestiones técnicas y éticas que, desgraciadamente, se presentan y plantean situaciones que piden ponderar valores en conflicto".
http://www.ibbioetica.org/es/img/home/BD_57_esp_F
domingo, 7 de febrero de 2010
El hombre que ha ayudado a morir a 4.000 personas
Un muy interesante artículo, publicado en el Diario El Mundo en su edición de hoy domingo. Dejo un resumen y el enlace. Enfrentarse a la muerte, otra gran cuestión bioética. "Hay quien sólo pide que no le muerda la piraña del dolor y hay quien le reclama que le apriete fuerte la mano, como se agarra a un niño que va a cruzar la calle. Uno le cuenta cómo le gustaría que fuera el túnel ése, y otro traga saliva pensando en su silla vacía de la partida de dominó.
Todos tienen dos cosas en común. La primera es que se están muriendo o se han muerto ya. La segunda es que Roberto les ayuda a hacerlo en la unidad de cuidados paliativos de la clínica San Camilo.
Estamos con el hombre que ha ayudado a morir a más de 4.000 personas. Roberto Álvarez, la sonrisa cansada de un tipo que viene de coronar el Everest. Si hay tanta muerte en esta biografía es porque rebosa vida. El psicólogo de 39 años lleva una década de abrazos en geriatría y en el área de terminales.
"A veces lloras, te limpias la mejilla y sigues trabajando. Es duro. Porque este paciente no se recupera de la depresión ni te viene al año con bombones. No te lo cruzas por la calle al cabo y te dice que todo va bien. No. Este paciente se muere".
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/06/espana/1265480606.html
Todos tienen dos cosas en común. La primera es que se están muriendo o se han muerto ya. La segunda es que Roberto les ayuda a hacerlo en la unidad de cuidados paliativos de la clínica San Camilo.
Estamos con el hombre que ha ayudado a morir a más de 4.000 personas. Roberto Álvarez, la sonrisa cansada de un tipo que viene de coronar el Everest. Si hay tanta muerte en esta biografía es porque rebosa vida. El psicólogo de 39 años lleva una década de abrazos en geriatría y en el área de terminales.
"A veces lloras, te limpias la mejilla y sigues trabajando. Es duro. Porque este paciente no se recupera de la depresión ni te viene al año con bombones. No te lo cruzas por la calle al cabo y te dice que todo va bien. No. Este paciente se muere".
http://www.elmundo.es/elmundo/2010/02/06/espana/1265480606.html
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