miércoles, 19 de abril de 2023

BIOÉTICA Y SUICIDIO JUVENIL. LA PLAGA SILENCIOSA (I)

 

    Como hemos visto la bioética es una disciplina que se encarga de analizar y evaluar los dilemas éticos que surgen en el ámbito de las ciencias de la vida, de la salud, y de la vida misma, incluyendo, por tanto, el suicidio. En el contexto de la bioética, el suicidio se considera un tema muy complejo y delicado, ya que involucra cuestiones relacionadas con la autonomía, la dignidad humana, la libertad, la responsabilidad y la moralidad.

    En algunos casos, el suicidio se puede considerar una elección legítima y respetable de un individuo, especialmente si la persona está sufriendo una enfermedad terminal o una condición médica grave e incurable, que causa un gran dolor físico y emocional, y nadie puede enjuiciar tal decisión en situaciones extremas como éstas. Se puede argumentar que el derecho a la autonomía y la libertad de decidir sobre el propio cuerpo y la propia vida justifica la decisión de quitarse la vida. Nos evoca el libre albedrío.

    Sin embargo, en otros casos, el suicidio puede ser visto como un acto moralmente equivocado o inaceptable, especialmente si implica dañar a otras personas o si es el resultado de problemas de salud mental, adicciones o situaciones de crisis que pueden ser tratadas o superadas con la ayuda adecuada.

    En general, la bioética se preocupa por encontrar un equilibrio entre el respeto por la autonomía y la dignidad de los individuos y la protección de su bienestar y el de la sociedad en su conjunto. Por lo tanto, el suicidio es un tema que debe ser abordado con sensibilidad y considerando todos los aspectos relevantes, incluyendo las implicaciones éticas, sociales, religiosas y culturales.

    En concreto, el suicidio juvenil es un tema preocupante que requiere de una atención urgente, y que sin embargo todavía pasa desapercibido. Es una auténtica epidemia silenciosa.

    La bioética juega un papel importante en este tema, ya que implica cuestiones éticas y morales en torno al suicidio y la prevención del mismo en jóvenes. Según un artículo en Advances in Psychiatric Treatment, la mayoría de los suicidios están relacionados con enfermedades mentales, como la depresión y la dependencia del alcohol 

(https://www.cambridge.org/core/journals/advances-in-psychiatric-reatment/article/ethical-perspectives-on-suicide-and-suicide-prevention/68ECBD1F07C36A62E1CF1E8C3343AD4C)

 Esto subraya el papel de la atención médica en la prevención del suicidio juvenil.

    También se ha observado que la ideación y el comportamiento suicida son prevalentes y aumentan, con una mayor participación, en el ámbito de la delincuencia juvenil (https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/26084946/)

    Por otro lado, un artículo del New York Times destaca la crisis de salud mental entre los adolescentes en los Estados Unidos, lo que ha llevado a un aumento significativo en los intentos de suicidio en los jóvenes desde 2011.                                                               (https://www.nytimes.com/2022/04/23/health/mental-health-crisis-teens.html)

    El suicidio juvenil es, por tanto, un tema muy serio y preocupante en todo el mundo, incluyendo Canarias. Desafortunadamente, las tasas de suicidio juvenil en Canarias han ido en aumento en los últimos años. De hecho, Canarias es la primera comunidad de España en índice de suicidio juvenil, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. 

     Según el Instituto Canario de Estadística, en 2020 se registraron un total de 19 suicidios en menores de 25 años en las islas, lo que supone un aumento del 36% respecto al año anterior. Además, las tasas de intentos de suicidio en jóvenes también son alarmantes. Y ha aumentado este índice.

    Se ha estudiado mucho las causas del suicidio juvenil. Son complejas y pueden incluir factores como problemas de salud mental, bullying, presión académica, problemas familiares, abuso de sustancias y otros problemas sociales y personales.

    El suicidio juvenil es un problema complejo que requiere una atención urgente y un enfoque ético y médico. La prevención del suicidio en jóvenes es vital, y se debe abordar a través de la atención médica y la intervención temprana. Sin embargo la plaga sigue avanzando sin que se lleve a cabo un verdadero esfuerzo para, en principio, comprenderlo y seguidamente abordarlo con la seriedad que se merece. Y es urgente.