lunes, 25 de enero de 2021

LA NADA JURÍDICA PARA LUCHAR CONTRA LA PANDEMIA (Del Carpio/Pérez Sánchez)


Gerardo Pérez Sánchez, Profesor Asociado de Derecho Constitucional y Abogado, y Verónica del Carpio Fiestas, Profesora Asociada de Derecho Civil y Abogada, firman un importante artículo acerca de "La estrategia de vacunación del coronavirus: LA NADA JURÍDICA PARA LUCHAR CONTRA LA PANDEMIA", que extraigo del blog de la mencionada autora "Rayas en el Agua"

"En ninguno de esos documentos se especifica el texto de los acuerdos, el mecanismo de publicación en BOE, el sistema de recursos judiciales, el mecanismo oficial de control ni las consecuencias de incumplimiento. Ni siquiera los documentos pdf constan como emitidos por una entidad pública ni contienen texto jurídicamente verificable. Tenemos, pues, unas normas jurídicas inexistentes, unos acuerdos no difundidos, unos contenidos recomendados: la nada jurídica en términos de fuentes de Derecho.

Estamos con la nada jurídica para luchar contra una pandemia. A cambio tenemos la degradación total del Estado de Derecho."

lunes, 18 de enero de 2021

Opinión de AEBI sobre el proyecto de ley de eutanasia

Opinión de AEBI (Asociación Española de Bioética) sobre el proyecto de ley de eutanasia AQUÍ

viernes, 15 de enero de 2021

ESTRATEGIA DE PRIORIDAD EN LA VACUNACIÓN: ¿JÓVENES O ANCIANOS?

Una noticia del día de ayer me llamó la atención. Indonesia da preferencia en la vacunación a los más jóvenes en detrimento de las personas de mayor edad al contrario de lo que está ocurriendo en Europa y especialmente en España.

 

Es cierto que, a tenor de la información disponible hasta la fecha el COVID19 afectaba con más virulencia a la gente mayor o anciana, quizá porque sus defensas son más lábiles y, por otro lado y aparentemente, la gente más joven la sufría menos, o resultaban normalmente asintomáticos, no obstante podrían contagiar, aunque también es cierto que las consecuencias secundarias a largo plazo están por ver en el futuro.

 

Sin embargo, y aparentemente también – nadie puede hablar con seguridad de nada con respecto a este tema –, las tornas han cambiado con la mutación británica del virus ya que parece que infecta también con la misma virulencia a los jóvenes. Sin embargo, fuera esto así o no, hay que plantearse a quién se tendría que priorizar a la hora de vacunar, dado que hay que elegir ante la limitada capacidad de vacunación disponible.

 

Este planteamiento de planificación podría considerar que los criterios de prioridad de vacunación grupal no deben ser aquellos con mayor mortalidad sino aquellos con el mayor número de interacciones diarias entre personas, que de algún modo podrían reducir los contagios y las muertes. En consecuencia, si se vacunara a la personas con mayor número de interacciones es una evidencia que tendría que hacerse al grupo de menor edad. Ello no supondría despreciar a los grupos de más edad sino, valga la expresión popular, “matar dos pájaros de un tiro”, dado que a menor número de contagiadores menos contagiados.

 

En suma, hay que plantearse si es mejor vacunar primero a aquéllos grupos de edad con riesgo de mayor mortalidad por su edad avanzada o aquéllos otros que tengan una mayor interrelación social a la vista de la capacidad limitada de la tasa de vacunación. La estrategia a seguir será determinante.

 

miércoles, 13 de enero de 2021

DECLARACIÓN DEL COMITÉ DE BIOÉTICA DE ESPAÑA SOBRE LA ESTRATEGIA DE VACUNACIÓN

DECLARACIÓN DEL COMITÉ DE BIOÉTICA DE ESPAÑA SOBRE LA ESTRATEGIA DE VACUNACIÓN FRENTE A LA COVID-19 Y, EN ESPECIAL, SOBRE LA PRIORIZACIÓN DE LA VACUNACIÓN

  Enlazamos la declaración señalada.

La vida de los demás está ahora, más que nunca, en manos de cada uno de nosotros. El primero y más antiguo de los principios básicos de la Bioética es “primero no hacer daño” (Primum non nocere). Este principio no solo es predicable de los profesionales sanitarios, sino de todos los miembros de la comunidad. La libertad de expresión y la libertad de creación y debate científicos son derechos fundamentales de toda sociedad libre, no obstante, con actitudes y conductas que pongan injustificadamente en duda la eficacia y seguridad de las vacunas que llegarán en breve a nuestro país, se puede hacer mucho daño a muchas personas. Tales palabras que recogíamos al inicio de la pandemia cobran ahora, una vez más, pleno sentido y, por ello, debemos concluir interpelando nuevamente a la solidaridad y responsabilidad de todos los agentes implicados: las autoridades públicas y entes privados, los medios de comunicación, los profesionales sanitarios y, por supuesto, los ciudadanos.