martes, 16 de febrero de 2010
MÁS SOBRE LA RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE
Una muy interesante entrevista publicada en el diario "EL Pais" de hoy domingo:"Se puede enseñar al paciente a ser eficaz en consulta"
Entrevista con Ronald Epstein, profesor de Medicina de la Universidad de Rochester
JOAN CARLES AMBROJO - Barcelona - 16/02/2010
Muchos pacientes se quejan de que el médico no les entiende, otros abandonan el tratamiento y alguno se comporta violentamente en la consulta. Son fallos de comunicación que se corrigen con un mayor entrenamiento de los profesionales sanitarios y un papel más activo del paciente, dice Ronald Epstein, profesor de medicina familiar, psiquiatría y oncología y director del centro para la mejora de la comunicación en la Sanidad de la Universidad de Rochester, en Nueva York (EE UU). Epstein, que investigó en España hace unos años, ha recalado estos días en Cosmocaixa Barcelona para pronunciar la conferencia Mi médico no me entiende. En sus investigaciones ha descubierto que, de promedio, el médico interrumpe al paciente a los 23 segundos de iniciar la visita, pero también que la basura de los centros de salud rebosa de recetas: "El médico quiere tomar el control y el paciente a veces no cree en el tratamiento o no confía en el médico", afirma Epstein.
Pregunta. ¿Es tan difícil mejorar la relación médico-paciente?
Respuesta. Los médicos no estaban bien entrenados en habilidades de comunicación, pero se está mejorando. Se puede entrenar al sanitario en dar malas noticias, en afrontar la incertidumbre y las situaciones angustiosas para el paciente. Al paciente se le puede enseñar a ser más eficaz en la consulta, a organizar sus preguntas en una lista, priorizar los asuntos según sus valores y preocupaciones, informarse previamente y acudir con un familiar. Cuando pregunta al médico o le interrumpe para clarificar, el médico cambia su manera de comunicarse, da más información e implica más al paciente. Pero a veces el paciente no sabe qué preguntar, tiene demasiado miedo de la respuesta o no quiere parecer tonto. Otros factores son la falta de tiempo y valorar menos la comunicación que los hechos técnicos. En EE UU hay valores económicos que condicionan las acciones de los médicos: cobran más cuanto más tiempo están con el paciente.
P. La Seguridad Social paga a los médicos que den menos bajas.
R. En Inglaterra, el sistema público incentiva la calidad de atención. A más diabéticos controlados, ganas más. También es importante la estructura sanitaria: en España son una ventaja las enfermeras, que contestan preguntas y dan consejos. En EE UU tenemos centros con navegadores, unos guías comunitarios para pacientes diagnosticados con cáncer y bajo nivel de educación. Estas personas se encargan de que entiendan el diagnóstico, sepan qué preguntar y les ayudan a cumplir los tratamientos. Algunos seguros pagan a estos navegadores: si el paciente cumple el tratamiento costará menos, piensan.
P. ¿De qué sirve tener más tiempo con el paciente si a los 23 segundos le interrumpe?
R. El médico no necesariamente cambia de tema, pero sí toma el control. Bueno, si el paciente vuelve a preguntar, puede cambiar esa situación. Los médicos normalmente no quieren silenciar al paciente, aunque también hay pacientes problemáticos.
P. En la última década, en España se han cuadruplicado las reclamaciones por mala práctica médica. ¿A qué se debe esa mayor insatisfacción e incluso violencia?
R. En mi país no he visto esa clase de violencia. La gran mayoría de denuncias son por falta de comunicación. Hay bastantes errores médicos, es un arte inexacto. Las denuncias son una combinación de un error y de falta de comunicación. También muchos pacientes denunciaban porque creían que se había cometido un error, y no era así.
P. ¿Cómo solucionarlo?
R. En EE UU y Canadá existen acciones para mejorar la disculpa de los errores. Piden a los médicos que cuando cometan un error, lo admitan y hablen con el paciente, le digan por qué ocurrió, qué puede hacer para repararlo y cómo prevenir para que no suceda de nuevo. Es un experimento interesante y parece que a los pacientes les gusta. En algún centro no ha reducido el número de denuncias, pero sí la cantidad que pide el paciente, más como reparación que penalización. A veces, los pacientes no tienen otra opción que denunciar si quieren recuperar los gastos de su tratamiento para reparar el error.
P. ¿Qué nuevas técnicas usan para entrenar a los médicos?
R. Recientemente, publicamos un estudio sobre comunicación más atenta y presente. Normalmente, los médicos funcionamos con piloto automático, con rutinas, no estamos atentos a las peculiaridades de cada situación, ni ponemos mucha atención a nuestras emociones y reacciones. El médico aprende con la meditación y el yoga a observar sus propios sentimientos, pensamientos y reacciones. También los formamos para la escucha atenta. Los resultados del estudio: se redujo considerablemente el malestar de los médicos, que conectaban más con los pacientes, que los veían ahora como únicos.
P. ¿Y qué dice de la información médica en Internet?
R. El balance es positivo. En Internet hay buena información que aportar a la consulta y también oportunistas de los desesperados. Se debe buscar con criterio y el médico debe hacer de filtro.
Entrevista con Ronald Epstein, profesor de Medicina de la Universidad de Rochester
JOAN CARLES AMBROJO - Barcelona - 16/02/2010
Muchos pacientes se quejan de que el médico no les entiende, otros abandonan el tratamiento y alguno se comporta violentamente en la consulta. Son fallos de comunicación que se corrigen con un mayor entrenamiento de los profesionales sanitarios y un papel más activo del paciente, dice Ronald Epstein, profesor de medicina familiar, psiquiatría y oncología y director del centro para la mejora de la comunicación en la Sanidad de la Universidad de Rochester, en Nueva York (EE UU). Epstein, que investigó en España hace unos años, ha recalado estos días en Cosmocaixa Barcelona para pronunciar la conferencia Mi médico no me entiende. En sus investigaciones ha descubierto que, de promedio, el médico interrumpe al paciente a los 23 segundos de iniciar la visita, pero también que la basura de los centros de salud rebosa de recetas: "El médico quiere tomar el control y el paciente a veces no cree en el tratamiento o no confía en el médico", afirma Epstein.
Pregunta. ¿Es tan difícil mejorar la relación médico-paciente?
Respuesta. Los médicos no estaban bien entrenados en habilidades de comunicación, pero se está mejorando. Se puede entrenar al sanitario en dar malas noticias, en afrontar la incertidumbre y las situaciones angustiosas para el paciente. Al paciente se le puede enseñar a ser más eficaz en la consulta, a organizar sus preguntas en una lista, priorizar los asuntos según sus valores y preocupaciones, informarse previamente y acudir con un familiar. Cuando pregunta al médico o le interrumpe para clarificar, el médico cambia su manera de comunicarse, da más información e implica más al paciente. Pero a veces el paciente no sabe qué preguntar, tiene demasiado miedo de la respuesta o no quiere parecer tonto. Otros factores son la falta de tiempo y valorar menos la comunicación que los hechos técnicos. En EE UU hay valores económicos que condicionan las acciones de los médicos: cobran más cuanto más tiempo están con el paciente.
P. La Seguridad Social paga a los médicos que den menos bajas.
R. En Inglaterra, el sistema público incentiva la calidad de atención. A más diabéticos controlados, ganas más. También es importante la estructura sanitaria: en España son una ventaja las enfermeras, que contestan preguntas y dan consejos. En EE UU tenemos centros con navegadores, unos guías comunitarios para pacientes diagnosticados con cáncer y bajo nivel de educación. Estas personas se encargan de que entiendan el diagnóstico, sepan qué preguntar y les ayudan a cumplir los tratamientos. Algunos seguros pagan a estos navegadores: si el paciente cumple el tratamiento costará menos, piensan.
P. ¿De qué sirve tener más tiempo con el paciente si a los 23 segundos le interrumpe?
R. El médico no necesariamente cambia de tema, pero sí toma el control. Bueno, si el paciente vuelve a preguntar, puede cambiar esa situación. Los médicos normalmente no quieren silenciar al paciente, aunque también hay pacientes problemáticos.
P. En la última década, en España se han cuadruplicado las reclamaciones por mala práctica médica. ¿A qué se debe esa mayor insatisfacción e incluso violencia?
R. En mi país no he visto esa clase de violencia. La gran mayoría de denuncias son por falta de comunicación. Hay bastantes errores médicos, es un arte inexacto. Las denuncias son una combinación de un error y de falta de comunicación. También muchos pacientes denunciaban porque creían que se había cometido un error, y no era así.
P. ¿Cómo solucionarlo?
R. En EE UU y Canadá existen acciones para mejorar la disculpa de los errores. Piden a los médicos que cuando cometan un error, lo admitan y hablen con el paciente, le digan por qué ocurrió, qué puede hacer para repararlo y cómo prevenir para que no suceda de nuevo. Es un experimento interesante y parece que a los pacientes les gusta. En algún centro no ha reducido el número de denuncias, pero sí la cantidad que pide el paciente, más como reparación que penalización. A veces, los pacientes no tienen otra opción que denunciar si quieren recuperar los gastos de su tratamiento para reparar el error.
P. ¿Qué nuevas técnicas usan para entrenar a los médicos?
R. Recientemente, publicamos un estudio sobre comunicación más atenta y presente. Normalmente, los médicos funcionamos con piloto automático, con rutinas, no estamos atentos a las peculiaridades de cada situación, ni ponemos mucha atención a nuestras emociones y reacciones. El médico aprende con la meditación y el yoga a observar sus propios sentimientos, pensamientos y reacciones. También los formamos para la escucha atenta. Los resultados del estudio: se redujo considerablemente el malestar de los médicos, que conectaban más con los pacientes, que los veían ahora como únicos.
P. ¿Y qué dice de la información médica en Internet?
R. El balance es positivo. En Internet hay buena información que aportar a la consulta y también oportunistas de los desesperados. Se debe buscar con criterio y el médico debe hacer de filtro.
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